Mi cuerpo es Peninsula Iberica,
piel de toro nuestra,
muchos conquistadores vinieron, y todos ellos se fueron,
después de creerse los amos.
Aquí permanecen las señales de que estuvieron,
permanece su espíritu, sus bailes y su aroma, que enriquece y fertiliza,
y quien ganó fue la tierra, creyendo ellos que vencían...
Tierra fértil y cambiante,
piel con penumbras y rios; picos, riscos y hondanadas;
soleada donde debe, húmeda de rocio,
tierra con mucha calma, hasta que llegan los brios..
Nadie osó de conocerla por mucho que por ella viajara,
pero todos quisieron tenerla aunque es mucho lo que abarca.
Gran responsabilidad tiene el pueblo que la desea,
pues a nuestra querida piel de toro es difícil dominarla.
domingo, 29 de mayo de 2011
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Querida Mujer Salvaje,
ResponderEliminarSi algún dia escribo la novela que tengo en mente me encantaria incluir estas letras, pues reflejan en toda su extensión un profundo sentimiento de belleza!
Que no se te olvide ni una de las palabras que aqui están!
Eres bella, salvaje y muy muy fuerte!
Besos!